Romper con el pensamiento machista no es tarea fácil. Tampoco es labor única de las mujeres quienes actualmente encabezan la lucha de igualdad de género. Sin embargo, hay un grupo, cada vez mayor de hombres que buscan exorcizarse del macho que culturalmente llevan dentro, para fracturar con los convencionalismos de la sociedad.
Uno de esos hombres es Nicko Nogués, activista empresarial y defensor de los derechos humanos y medioambientales, además fundador del Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas (IDMAH). Desde su experiencia en el trabajo continuo con grupos de hombres, el también consultor escribió el libro Hackea tu macho (Planeta).
Se trata, explica el autor en entrevista, de un llamado a los hombres a cuestionarse a sí mismos sobre la manera en que actúan y piensan para concientizar su condición de macho y desde ese estado de consciencia modificar sus relaciones hacia los demás, principalmente con las mujeres.
“Cuando hacemos conciencia de lo que somos o lo que pensamos entonces nos importa y comenzamos a cuestionar si es correcto o no y a quién afecta mi actitud machista. Si los hombres se dan cuenta de que sus actitudes afectan a la gente, a la sociedad con que convive entonces se preocupara por modificarlo”, refirió.
Con un lenguaje de cofradía, como si fuera una charla entre dos amigos, Nogués habla directamente al lector hombre para ofrecerle diez hacks básicos sobre cómo fracturar su actitud y pensamiento machista. Así el autor reflexiona sobre aquellas limitantes con las que los hombres son educados, por ejemplo, la manera en que se les impide llorar y expresar sus emociones desde niños, o cómo son obligados a ser siempre fuertes y proveedores de una familia.
El autor resume que las características principales del machismo son la violencia, el sometimiento, el control y el desprecio hacia todo lo considerado femenino y este conjunto de prácticas sociales crean un perjuicio de mayor alcance, pues impiden el autocuidado o la vigilancia de nuestro medio ambiente, el mantenimiento de los círculos sociales, mucho menos el cuidado del hogar, la familia, los padres o tener relaciones amorosas sanas.