De ser el Campestre la pasarela de las debutantes ricas ahora será la flor más bella del ejido
Columna Política por:
Tijuano El Fulano
Tijuana.- Como en la novela de García Márquez, rey del realismo mágico: “Crónica de una Muerte Anunciada”, el asalto al Club Campestre, está por cumplimentarse.
Las huestes del Gobernador Jaime Bonilla, ya han recibido la orden para irrumpir de un momento a otro en el santuario de las familias clase-medieras-altas que cohabitan en el Club Campestre.
Esto ha ocasionado que el ex alcalde Arturo González Cruz y la alta gerencia campestrana se
reúnan ante la amenaza de expropiación, para evitar lo que consideran un sacrilegio a sus privilegios.
¿Que sí esta medida genera escozor en los ricos de este club? Claro que sí. Les molesta harto la posibilidad de que el “populacho” de El Pípila, El Mariano Matamoros, Las Moritas, jugaran por los acicalados pastos del Campo de Golf.
Y lo peor sé imaginan como la amplia galería de debutantes (Fotos de las hijas de los socios del Club Campestre) que penden de un enorme recuadro de madera, desaparezca para dar paso a la “flor más bella del ejido”.
En realidad, la medida no está descabellada, sí López Obrador, regresó “Los Pinos” al pueblo, convirtiéndolo en una sala de emergencia Anti-Covid, porqué Jaime Bonilla, no puede regresar el Campestre a la plebe, al fin ni campos ni parques deportivos tienen en sus asentamientos.
Pero más allá, sacando cuentas, las estadísticas siempre dicen que hay más pobres que ricos y estando inmersos en un proceso electoral, esta medida populista traerá más adeptos al proyecto Jaime Bonilla, que al ala conservadora de Tijuana.