TIJUANA.- Lamentablemente, la pandemia por Covid-19 ha venido a perjudicar a las casas hogares en Tijuana, labor altruista que no se salvó de las consecuencias que ha dejado el tiempo de confinamiento y sus restricciones.
Adrián Romero, presidente de la Fundación Esperanza Contigo, explicó que existen cuestiones particulares en las que la pandemia ha afectado y generado un alto impacto, las cuales se deben de atender de manera urgente.
Principalmente, durante el 2020 las casas hogar de Tijuana disminuyeron entre un 60 a 75 por ciento sus ingresos por concepto de donativos.
Esto generó que, la mayoría de las casas hogares tuvieran complicaciones para alimentar a los niños que albergan.
Seguido, de eso, Romero indicó que las casas hogares no contaban con la tecnología o el personal para apoyar a los niños para que tomaran sus clases en línea.
Señaló que muchos de los hogares presentaban problemas con el pago de electricidad e internet, por lo que aún menos podrían adquirir herramientas tecnológicas para los niños.
“Fue un reto que tuvieron que ir viviéndolo y solucionándolo poco a poco, a medida de lo posible” manifestó.
Asimismo, comentó que, en el comparativo entre las casas hogar que operaban en 2019, el censo del año pasado mostró que aproximadamente un 25% de esas instituciones cerraron sus puertas o redujeron al máximo su operación, principalmente por cuestiones económicas
Otro problema que padecen es el pago de servicios públicos y de derechos o licencias a los diferentes órdenes de gobierno para que se les permita operar.
Destacó que, las casas hogares viven un dilema, los pocos recursos financieros que pueden captar tienen que decidir a dónde los van a destinar, si entre temas regulatorios, temas de alimentación o de cuidado médico,
"Mientras en 2019 nos preocupábamos por clases de inglés y computación, ahora la preocupación se centra en la alimentación, atención médica y las condiciones deplorables en las que se encuentran los edificios utilizados para la atención de niños y jóvenes", expuso.
Finalmente, Romero advirtió que, ante este panorama, se necesita que la población, el sector privado y el gobierno redoblen esfuerzos y contribuyan para apoyar a los niños y jóvenes de casas hogares.
“La pandemia vino a desacelerar muchísimo el avance y el progreso que veníamos logrado en las casas hogares desde diferentes medios y niveles, (…) tampoco basta con donar dinero en Navidad o el Día de Niño, necesitamos estar presentes ahí todo el año, los niños necesitan de nosotros y nuestro afecto”, concluyó.