Por ética, Gabriel Sánchez Farfán, funcionario del Ayuntamiento de Tijuana bajo investigación, debe ser separado del cargo, en tanto concluye las indagatorias que se siguen en su contra, consideró Vicente Sánchez Munguía, investigador del Departamento de Administración Pública del Colegio de la Frontera Norte (EL COLEF).
El también catedrático señaló que la decisión de la alcaldesa Montserrat Caballero de retornar de inmediato en el cargo de secretario particular a Sánchez Farfán genera sospechas respecto al manejo imparcial de este caso.
Calificó como una acción errada el que el asistente particular del secretario de gobierno municipal, Jorge Salazar Miramontes, volviera a su cargo teniendo dos investigaciones abiertas, la de la Fiscalía General de la República (FGR), y la de la Sindicatura Procuradora.
“Sí saltan dudas y sospechas respecto al manejo de este caso, sobre todo, cuando se trata de gobiernos que llegan con una bandera de que van a gobernar distintos a los anteriores que señalaron de corruptos”.
Gabriel Sánchez Farfán, fue detenido el pasado fin de semana por conducir en exceso de velocidad un vehículo particular balizado con elementos de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Al momento de su aprehensión portaba más de 270 mil pesos en efectivo, cantidad que Montserrat Caballero sostuvo, “este funcionario acaba de recibir su aguinaldo de su otro trabajo es producto del pago que obtuvo”.