- Alina fue procesada por asesinar a su pareja, otro policía de la misma corporación, en defensa propia, tras ser víctima de violencia constante.
- El 12 de diciembre de 2019, en defensa propia, declaró Alina, tomó una pistola y en medio de una golpiza que la dejó marcada del cuello y la quijada, le disparó en el departamento en que vivían.
TIJUANA.- Este martes, un juez dictó sentencia de 45 años y el pago de 427 mil pesos a al ex oficial de policía Alina Mariel Narciso Tehuaxtle.
Ante esta determinación la madre de la joven de 29 años calificó como una muestra de machismo que existe en todas las instituciones de seguridad y procuración de justicia.
“Pero la diferencia es que él era hombre, mi hija mujer, él terna 8 años, era un supervisor, ósea lo enmarcan y si mi hija también era policía y tenía dos años porque, aquí único que yo miro es que desde un principio se fueron contra ella, desde un principio mire el daño, publicando fotos de ella son cubrir sus ojos, publicando su nombre completo, no tienen idea del daño que le hicieron mi hija”, expresó la señora Socorro Tehuaxtle.
En entrevista, la señora Socorro dijo sentirse culpable de lo que le sucede a su hija, sobretodo porque ella misma vivió violencia doméstica, lo que provocó que Alina la tuviera normalizada, además de criticar que ni la policía ni los juzgados toleran que la mujer pura defenderse.
Recordó que siendo Alina muy pequeña, abandonó su hogar en el estado de Veracruz para venir a Tijuana, buscando una mejor vida y que nunca se imaginó que pudiera ocurrir lo que sucedió la madrugada del 12 de diciembre cuando su hija disparó en contra de su ex pareja con quien mantuvo una relación de cuatro meses en la que fue golpeada y maltratada verbal y físicamente.
“Cuando un hombre asesina a una mujer y lo agarran, les dan entre 20 o 25 años, porque enseñarse con mi hija, ¿Por qué el tenia 8 año?, ¿Por qué era hombre?, ¿Por qué era un supervisor?, ¿por eso?, esa es mi pregunta”, comentó la madre de la víctima.
Lamentó que no le hayan permitido estar presente en las dos últimas audiencias en las que el juez de la causa condenó a Alina a purgar una pena de 45 años lo que le parece excesivo y criticó que la sentencia no sea similar a la que se dicta cuanto un hombre asesina a una mujer.
“Creo que debí haberme ido y no fui, mi hija ya me perdono pero a mí me cuesta perdonarme porque esto la llevo a eso, la violencia que uno aguata, creo que porque no me golpea no me violenta, no me dan dinero, me han contado el dinero, no me dejan salir, yo jamás puedo salir y quedarme con mis hermanos, no puedo ir a festejar una navidad con ellos y convivir, tomarme una o dos cervezas, no puedo, tengo que llegar a mi casa pero no lo sentía como violencia pero es violencia y yo contribuí y no perdono porque yo también soy responsable de que la violencia haya explotado de esa manera”, detalló la madre entre lagrimas.
Recalco que seguirá luchando para evitar que Alina permanezca toda la sentencia en prisión, por lo pronto, apelarán el fallo en tanto comenzará a estudiar la carrera de Derecho para ayudarla en la vía legal y motivarla en tanto permanece en reclusión.
“El machismo hizo escarnio en mí”: Alina
- La elemento de la policía municipal asesinó a su pareja sentimental, otro uniformado, en defensa propia; dice que su caso se complica por ser mujer.
TIJUANA (El Universal).- Alina se prepara para un corte de cabello más. Desde el penal La Mesa, donde fue recluida por asesinar a su pareja, otro policía de la misma corporación, organiza eventos, asiste a los actos religiosos, y aún bajo proceso, acude a las audiencias, donde la llama el Ministerio Público no para comparecer, sino para dar su testimonio como elemento de la Policía Municipal de Tijuana.
Desde la celda donde se encuentra desde hace más de dos años, la joven escribe como puede. En cuatro hojas de un cuaderno a rayas escribe su historia, y con una honestidad brutal, también describe los horrores de otras que, como ella, viven en una de las tres ciudades más violentas para ser mujer.
Hasta el 31 de enero pasado, cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), muestran que en Baja California fueron asesinadas 23 mujeres, lo que posicionó al estado en el tercer lugar nacional, sólo detrás de Guanajuato y Michoacán. De esos homicidios, 17 fueron cometidos en Tijuana.
“El machismo que desde un inicio predominó en la administración pasada hizo escarnio de mí, aprovechándose que no declaré […] hoy se sabe que no soy la oficial que sin razón mató a otro oficial, soy la mujer que defendió su vida y que cambió la historia de lo que a diario sucede con tantas mujeres asesinadas a manos de sus parejas”, se lee en una de las páginas que escribió con destino a la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero.
En su carta, Alina Mariel Narciso Tehuaxtle pidió la intervención de la presidenta municipal, y en entrevista vía telefónica, la de autoridades que tengan el interés de no sólo hablar de erradicar la violencia de género, sino de actuar con congruencia, porque su caso, dice, ha sido obstaculizado y corrompido por el machismo.
La sindicatura municipal limpió el expediente de Luis Rodrigo Juárez Arellano (pareja de Alina), pero aun bajo el silencio de la dependencia de los actos violentos, hay testimonios de los elementos de la corporación, y también hay mensajes de celular y registros de llamadas.
Son los rastros de la violencia en el cuerpo de Alina, del que también hay fotografías en poder del Ministerio Público, que no quisieron acreditar.
“Siendo realistas, ¿qué posibilidad había de que saliera viva esa noche? Yo, una mujer con entrenamiento, pero él mucho mayor en fuerza, ya que levantaba pesas, bajo el influjo del alcohol y drogas y armado. Sé que era casi nula esa posibilidad”, escribió.
El 12 de diciembre de 2019, en defensa propia, dice Alina, tomó una pistola, y en medio de una golpiza que le dejó marcado el cuello y la quijada, le disparó cuando se encontraban en el departamento en el que vivían.
A Luis Rodrigo lo recuerdan, según las palabras del exsecretario, como un buen elemento, pero de la violencia que ejerció, las amenazas, agresiones ni del abuso sexual en contra de Alina, nadie dijo nada, sólo palabrerías entre los pasillos de las delegaciones y sus mismas compañeras que le pedían lo dejara. Las audiencias de Alina han sido rezagadas y están detenidas desde hace meses. Una de sus peticiones es que permitan que su proceso continúe conforme a derecho.
Alina se encuentra recluida por defender su vida
Por: Alba Valdez – Testigo Púrpura
TIJUANA (Testigo Púrpura).- El 12 de diciembre del 2019 la vida de Alina Narciso cambió. En defensa propia tuvo que dispararle con su arma de policía a su pareja Luis Rodrigo, quién minutos antes había intentado asfixiarla. Desde entonces está detenida por defenderse.
Desafortunadamente, ese no había sido el único momento en el que ella había sufrido violencia, desde meses atrás había sido víctima de violencia sexual, física y psicológica por quien fuera su pareja. Ese día cuando ella le disparó fue el momento cúspide en el que él había intentado asesinarla.
Socorro Tehuaxtle, madre de Alina, narró que, un año atrás su hija había ingresado a trabajar como policía en la ciudad de Tijuana, ellas habían viajado hasta ahí desde el estado de Veracruz para buscar una mejor vida, fue ahí donde conoció a Luis Rodrigo, a los meses decidieron vivir juntos.
Después de eso, Socorro empezó detectar un comportamiento distinto en su hija, en ocasiones llegó con moretones en el cuerpo, pero nunca le contó a su mamá la violencia que vivía.
Cuatro meses después de qué se fueron a vivir juntos Alina decidió separarse, la violencia que vivía era constante y cada vez iba incrementando. Pero entre chantajes y mentiras él consiguió que ella volviera, esa última vez él intentó asesinarla. Ella se defendió disparándole.
Esa noche, él había intentado asfixiarla, el rostro de Alina aún sangraba cuando llegaron los peritos. Después de qué él había intentado asfixiarla con sus dos manos ella le pidió que le dejara salir pero él no lo hizo, ella como pudo logró tomar su pistola y le apuntó pidiéndole nuevamente que la dejara salir, él la miró con furia y se le abalanzó, entonces Alina disparó.
Aún con el disparo él le gritaba “Mátate, te toca, mátate conmigo, sino, yo me voy a levantar y vas a valer madres”, por ello entre el miedo y la desesperación Alina volvió a detener su arma.
Cuándo llegó la policía municipal al fraccionamiento Santa Rosa hallaron el cuerpo de Luis Rodrigo sin vida, desde ese día Alina fue recluida en la prisión de La Mesa en Baja California y está siendo juzgada por el delito de homicidio.
Debido a la pandemia las audiencias se han retrasado y hasta el momento ella no ha tenido una sentencia, por ello la familia de Alina (originaria de Córdoba, Veracruz que vivía en Tijuana) pide las autoridades ser juzgada con perspectiva de género, lo que hizo fue para salvar su vida, ya que él ya había intentado asesinarla.
Desde hace más de dos años Alina se encuentra recluida y aunque existen testigos que han aceptado ir a declarar sobre la violencia de la que ella era víctima, hasta el momento las autoridades no lo han permitido.
“Mi hija era víctima de violencia constante y por ello se llegó hasta esta situación, las autoridades no ven que ella solo se defendió porque él ya había intentado asfixiarla, en ese momento ella solo pudo disparar porque ya no le quedaba de otra. Nosotros pedimos que sea juzgada y ya porque ya lleva mucho tiempo ahí sin ser juzgada y el proceso está totalmente detenido”, añadió la mamá.
El Instituto de la Defensoría Pública dio a conocer que la mitad de las mujeres que se encuentran en prisión (6 mil 569 de 12 mil 480 mujeres) están en prisión preventiva igual que Alina, es decir no tienen aún un juicio para declararlas inocentes o culpables.
Este no es el primer caso que se conoce de mujeres que se defienden de las agresiones que están viviendo y terminan detenidas. Tan solo basta recordar el caso de Yakiri Rubio quien permaneció presa cerca de año y medio después de asesinar a su agresor quien la privó de la libertad y violó; mientras que hace unas semanas Beverly lesionó al conductor del taxi que la intentó agredir sexualmente y también fue detenida, pero luego de la presión social, no se inició juicio en su contra.