Jaime Fernández-Cuesta, presidente de la petrolera Repsol en Perú admitió que se cometió un error de recepción sobre la magnitud de afectaciones por el derrame de crudo presentado el pasado 15 de enero, el cual representa un desastre ambiental.
"Hasta el día siguiente a la ocurrido fuimos conscientes de la magnitud del derrame de crudo", el cual tuvo un extensión hacia la corriente marítima, expresó al respecto.
"Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente", manifestó el titular de la empresa española.
De acuerdo con cifras expuestas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) se afectó aproximadamente 180 hectáreas de playa y 713 hectáreas de mar.
Fernández-Cuesta admitió que "no fuimos conscientes de la magnitud, hasta que empezó a llegar el petróleo a las playas", además aseguró que la labor de limpieza de las zonas afectadas quedará concluida hasta finales del próximo mes.
Por último se indicó que el crudo llegó a playas de Lima y de su provincia vecina Callao.
Respecto a las fallas de Repsol que derivaron en el derrame señaló que un oleaje anómalo provocó que las tuberías de suministro del petróleo quedaran desconectadas provocando el derrame, ello durante el mismo día que ocurrió la erupción volcánica en Tonga.
"El trabajo de contención se ha hecho cuando se fue consciente de la magnitud del evento. Sobrevolamos las playas cada día para controlar las posibles manchas, pero hay zonas de difícil acceso", explicó.
Puntualizó al señalar que Repsol asumirá toda la responsabilidad que los órganos judiciales y civiles determinen al respecto.