El libro de Miguel Ángel Juárez Franco es resultado de su investigación sobre los normalistas desaparecidos
Tras cinco años de investigaciones, el periodista Miguel Ángel Juárez Franco, publica “La eterna noche de los 43”, una versión novelada que pretende compilar todo lo que se sabe que sucedió el 26 de septiembre de 2014, cuando fueron desaparecidos 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
“Considero que nuestro país no podrá avanzar mientras no haya justicia, por lo que conmemorar 10 años es muy importante para reflexionar hacia dónde queremos ir”, dice Juárez Franco, en entrevista con El Sol de México.
“Parte del objetivo de este libro es hacer conciencia de que no podemos permitir que este tipo de actos queden en la impunidad. Necesitamos que casos como este se sancionen, que se revisen y honrar así la memoria de estos jóvenes, porque corremos el riesgo de que, si lo permitimos, se pueda repetir”.
“Falta una investigación madre”
Con un estilo llano, intercalando los formatos periodísticos y literarios, esta novela lleva al lector desde los tiempos presentes, hasta tiempos previos al 26 de septiembre de 2014, cuando ya habían sucedido intentos de desapariciones forzadas contra estudiantes; pasa por la noche del ataque, las primeras indagatorias y la forma en que se estructuró la llamada “verdad histórica”, así como la explosión del movimiento social en exigencia de la localización de los desaparecidos.
Un trabajo con el que el autor, tras cotejar las distintas investigaciones oficiales que se han abierto sobre el caso, buscó dar sentido al gran relato de lo que pudo haber sucedido esa noche, echando mano de herramientas de la literatura.
“Uno de los problemas es que se dinamitaron las indagaciones porque no hay una ‘investigación madre’. Hay muchísimas investigaciones de las que estuvieron haciéndose causas penales de distinta naturaleza, de tal manera que va a ser muy difícil que se pueda avanzar, aunque yo creo que se puede retomar si se tiene la voluntad”, menciona el periodista.
Se trata de un texto novelado, aunque aclara que realizó una investigación profunda, en documentos oficiales y otras investigaciones.
“Si no lo abordaba desde la literatura quedaban muchas lagunas y la investigación habría tenido que ser mucho más complicada. Si decenas de investigadores, de personas, profesionales de las áreas no han podido construir una narrativa única, hacerlo desde la perspectiva de dar la visión más completa de lo que pasó era muy complicado.
“Es por eso que recurrí a la literatura, como una forma de ser útil a la sociedad, porque sí intento ser objetivo en los hechos. Yo pienso que el periodismo tiene sentido si está al servicio de la sociedad, pero el periodismo te obliga a ser muy preciso y no cometer errores de hecho. Y en un caso tan complejo es muy fácil cometerlos, por eso decidí dejarme una pequeña licencia”, finaliza.